martes, 7 de junio de 2011

Seremi de Agricultura descarta daños en cultivos por lluvias

Juan Francisco García explicó que estas precipitaciones fueron positivas, pero no ponen fin a la emergencia agrícola. “El Ministerio seguirá trabajando en la región como hasta ahora”, declaró.

Pese a los anegamientos y dificultades de tránsito que la lluvia provocó en las ciudades de la región, era evidente la felicidad de agricultores y quienes trabajan cercanos al rubro agrícola por las precipitaciones registradas en toda la región.

Francisco García, Seremi de Agricultura explicó que “estas lluvias no eran esperadas en la magnitud que se produjeron y estamos contentos y optimistas pues se puede recuperar agua embalsada. Esta lluvia fue muy oportuna para el secano que se ha visto tan afectado por la sequía y sector al cual estamos ayudando con la entrega de alimentación para los animales, pues permite la recarga de acuíferos y riega el pasto que permitirá alimentar al ganado”.

El Seremi agregó que “se podría pensar que se generan condiciones para que se produzcan hongos en los cultivos, pero por la época en que se produce esta lluvia no produce tal efecto así que el llamado es a la tranquilidad en esa materia, pero sí que los agricultores drenen su tierra para recuperar los suelos”.

Finalmente, la autoridad del agro destacó que el Ministerio de Agricultura seguirá entregando la ayuda y ejecutando los programas por emergencia como hasta ahora. “Lo que nosotros debemos hacer es seguir potenciando la alianza público privada para continuar con nuestros programas porque la región sigue necesitando obras de riego, embalses, más y mejores canales, por lo que continuaremos trabajando y cuando hablo de alianza público privada me refiero al trabajo con todos los privados desde el más pequeño al más grande porque el agro es uno sólo”.

Según informaciones entregadas por INIA, las lluvias en la región iban a producirse en forma más tardía –hacia fines de junio- por lo que retomar la normalidad del período entrega oportunidad de que se produzcan las precipitaciones que se requieren para la recuperación de embalses y acuíferos de la región aunque el análisis certero de la situación se tendrá al finalizar el invierno cuando haya terminado la época de lluvias.

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