El Director Nacional de SAG, Aníbal Ariztía, el Seremi de Agricultura
Juan Francisco García y el Director Regional de SAG, Diego Lastarria se
internaron en la cordillera de Salamanca para ver con sus propios ojos las
veranadas.
En medio de la
cordillera sur de Cuncumén, ubicada en la provincia del Choapa, región de Coquimbo, se esconde una de las
realidades ancestrales más sacrificadas de los últimos 100 años. Alejados de la
civilización e inmersos en estas enormes montañas cercanas a la frontera con
argentina los crianceros guían a sus animales
arriba de mulas y caballos cruzando ríos y quebradas para iniciar las veranadas.
En esta realidad el
Servicio Agrícola y ganadero del Ministerio de Agricultura realiza una
importante labor de protección del patrimonio fitozoosanitario. Esta gestión
tiene como objetivo chequear los animales que vienen a la cordillera y detectar
la presencia o ausencia de ciertas enfermedades como por ejemplo la fiebre
aftosa que chile no la pose.
Para realizar estos
controles, el Servicio Agrícola y Ganadero visita 3 veces durante la temporada
de verano cada una de las posturas o majadas donde se instalan los crianceros
los que deben cumplir con ciertos requerimientos.
Jaime Mizón, Jefe
Oficina SAG Choapa Región de Coquimbo explica que “los crianceros solicitan una autorización de
subida al servicio agrícola, nosotros les entregamos una autorización en la
oficina o vamos a las localidades para que ellos no tengan que llegar a
Illapel, luego fiscalizamos que ellos efectivamente estén en sus posturas, y finalmente
hacemos una barrera de bajada en la cual tomamos muestra de los animales que
subieron a la cordillera para detectar la ausencia o presencia de ciertas
enfermedades”.
La labor del Servicio
Agrícola y Ganadero es fundamental para mantener el control fitozoosanitario,
es por eso que trabaja con un equipo multidisciplinario. “Nosotros establecemos
ciertas normas, contamos con nuestros brigadistas que están compuestos por un
médico veterinario y un técnico pecuario; ellos van acompañados de expertos
arrieros mulares y caballares los que sin duda tienen la experiencia, pues
recorren permanentemente esta cordillera y además contamos con un equipo de
seguridad los cuales nos certifican que nuestro personal está totalmente
resguardado en la cordillera” destaca Diego Lastarria, Director del SAG Región
de Coquimbo.
La realidad de la Cordillera
En compañía de
arrieros, el Director Nacional del SAG, Aníbal Ariztía, el Seremi de Agricultura
Juan Francisco García y el Director Regional del SAG, Diego Lastarria
supervisaron atentamente las labores de fiscalización.
Aníbal Ariztía,
Director Nacional del SAG destacó el sacrificio de los crianceros. “Impresiona
por lo artesano que es y por lo duro de las condiciones que deben soportar.
Tenemos ahora una temperatura cercana a
los 0 grados incluso hay días que les toco granizos, realmente una vida muy
sacrificada de esta gente”, explicó la autoridad nacional.
Juan Francisco
García, Seremi de Agricultura Región de Coquimbo asegura que “nuestro desafío hoy en día es trabajar
con los crianceros para establecer alianzas con los sectores productivos, como
las agencias de turismos, municipalidades, gobernaciones apoyando con permisos
para poder subir a la cordillera y así elaborar un programa de turismo rural
enfocadas en las veranadas de región”.
Oriel Ibacache, Criancero
de 57 años, cuenta que el viaje es largo, “me demoro 9 días cuando viene
el ganado bueno, hasta 11 me he demorado y ha sido un rubro de toda la vida.
Llevo de ser cordillerano 39 años”.
Don de lelo,
sobrenombre que le dan sus amigos, se levanta cerca de las 6 de la mañana todos
los días. Como él mismo lo explica, no existen fin de semanas o feriados
durante época de verano….“venimos a producir el queso y de eso vivimos con eso
doy estudios a mi familia, comemos, vestimos y alimento a mis animales”.
Mientras tanto Alonso
Ibacache, asegura que estar en la cordillera es un privilegio para él,
“acompaño a mi papá hace 6 años, pero hace 4 que deje de estudiar para venir a
la cordillera. Estos años me han parecido bonito porque es una experiencia
nueva que no todos tienen la oportunidad de vivir”.
Los campos de
pastoreo cordillerano son fuente de alimento sólo en los meses Diciembre –Abril
y esta temporada el SAG registra la subida de más de 80 mil animales,
principalmente caprinos.
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